Recuerdo cuando éste era mi refugio. Contaba historias que se me ocurrían, o que se derivaban de lo que esperaba que fuese mi vida. Con unos pequeños trozos armaba paisajes que me daban esperanza. Pero un día deje de soñar y no supe como volver. Me da miedo plasmar aquí esos frágiles esbozos de nuevos sueños, porque quien se encarga de destruirlos poco a poco viene aquí para encontrar mi debilidad y romperlos antes de que crezcan.
¿Y a ti a qué te sabe la vida?