Soy bastante despistada. Mucho en realidad. Cuando bromeo digo que si le quitan el montoncito de tierra que puse en la puerta de mi casa para encontrarla, ya no la encuentro. Así que no era de extrañar que de regreso de mis vacaciones decembrinas (familiar y tracidionalmente en el sureste mexicano) tomara un rumbo erróneo y le aumentara tres horas más de camino, de Villahermosa a Xalapa. En esa visita express a mi familia de Veracruz, mi prima Kika me dio las palabras que justamente necesitaba: "Que este año sea tu año". No se si mi prima sea profeta, o si eso me ha programado, porque he tenido cambios gigantescos estos días. El año pasado casi no escribí, porque ha sido un año catártico: me he replanteado mi historia, para ver que es lo que quiero más adelante. Además ha sido muy enriquecedor, porque creo que he madurado en muchos aspectos y he adquirido los elementos para poder discernir de algunas cosas que suponía creer. ¿Qué aprendí en el 2012?
¿Y a ti a qué te sabe la vida?