Mi querida Amy Winehouse. Otra trágica que como María Callas amó demasiado.
Hay una frase que dice que amar duele. Los psicólogos a su vez dicen que el verdadero amor no duele. Y estoy de acuerdo con ambas frases. Si no sabes que es el mal amor, serás incapaz de reconocer el bueno.
Pero surge un problemita ahí: El mal amor es adictivo. Yo he sido una adicta pero ya me estoy cansando. Como dice Juanga: Necesito un buen amor.
Leyendo un libro el día de hoy, me reencontré con lo que siempre he pensado del amor. Dice Kevin Roberts, que el amor es (algo así como) hacer de tu pareja una persona mejor de manera desinteresada. Siempre lo he pensado, solo que el caos me ha hecho olvidarlo. Además retomo una frase de una de mis películas favoritas, dicha por uno de mis actores favoritos que dice "Tu me haces querer ser un hombre (persona) mejor".
Pero Amy no lo entendió, y si lo entendió prefirió seguir con la peor de las drogas: El mal amor. Estoy de acuerdo, no falleció por una intoxicación de amor, pero la historia dirá lo mucho que empeoró a partir de vivir, enamorarse y casarse con cierto hombre.
Hay un síndrome del cual, en el momento no recuerdo el nombre, que dice que mientras más se sufre más creativo se es. Y Amy lo confirma. Su mejor disco proviene de un sitio obscuro de su corazón, donde realmente se sinceraba consigo misma.
La pasión al límite. El amor al límite. El Caos al límite. De alguna manera me siento un poco así, porque la vida te da sorpresas y revuelve lo que se supone estaba quieto. Pero ese dolor que Amy manifiesta en esta canción...Seguro que lo he vivido. Y es curioso. La vida es curiosa: Tengo aproximadamente quince días escuchando esta canción a diario y ella fallece, por eso su fantasma me rodea desde antes de su muerte, como muchos otros fantasmas que traigo cargando.
Gracias Amy.
P.D. En honor a ti no permitiré que mi corazón muera estando viva.
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