He llegado a una edad, donde el límite entre una cosa y otra es bien delgadito. Hace algunos días cumplí 40 inviernos. Lo festejé gustosamente contenta de que - según varias personas - me veo mas jóven de lo que realmente soy. Y así veo a mis contemporáneos, prácticamente igual. Hace poco me reuní con amigos de la prepa y hacíamos bromas respecto a que para salir bien en las selfies teníamos que apagar la luz, sin embargo nos vemos de la edad pero no muy "madreados" por decirlo decentemente. Pero la pinche vida estaba por darme una lección el día de hoy.
¿Y a ti a qué te sabe la vida?