No fue hasta hoy que supe que por poco, ella no saldría al escenario. Al llegar al Teatro de la Ciudad había una ambulancia en la puerta. Hoy al leer las reseñas se que tuvo una arritmia antes de empezar el concierto. Llegamos a ver a Chavela Vargas con un poco de retraso, ya que nos detuvieron en la puerta del recinto y nos mandaron a dejar nuestros abrigos a un guardarropas que no existe. Cuando entramos, la Negra Chagra estaba cantando folklore argentino. No tangos, si no ese otro folklore que resulta un poco extraño para los que no somos muy doctos en ese tipo de menesteres. Nos tocó un excelente lugar. Veíamos de cerca a Chavela, que estaba sentada en un sillón rojo en una esquina del escenario, calladita, contemplando el espectáculo al igual que nosotros. La Negra Chagra es muy amena, pero al igual que yo, la mayoría del público no conocía la mayoría de su repertorio. La Negra platicaba con Chavela, y ella le respondía con monosílabos así como cuando nuestras abuelitas f