Sobre mis tristezas y desepciones...

Un docente sin libertad de cátedra, es como un lápiz sin punta:  totalmente inútil de escribir cosas nuevas y por lo tanto no cumple cumple con su función, por lo tanto pasa a ser algo que no sirve. Así me siento hoy. 

El incidente que provocó dicha decepción de mi labor como docente ocurrió el día de hoy.  Este grupo en particular me ha dado lecciones importantes este cuatrimestre.  He descubierto que el hecho de trate de cersiorarme de que entienden bien la lección, no es del agrado de todos los estudiantes.  También me he dado cuenta de que la mayoría pretende pasar la universidad sin esfuerzo alguno y que muchos de ellos, de los llamados estudiantes no saben que decidieron que serán y de lo cual, dependiendo sus aptitudes y actitudes llegarán a vivir.  En pocas palabras, no saben qué es lo que decidieron ser.

Pero ese es una situación que me encuentro en la mayoría de los grupos.  Es la edad, la adolescencia prolongada manifiesta al 100%.  Sin embargo uno de mis objetivos, tal vez mal entendidos es que entiendan que la universidad los formará como futuros profesionistas, que en cierta manera los tiene que capacitar para el trabajo y necesitan ciertas habilidades para ello.  Quiero que se preparen y que sepan que al salir de la universidad se enfrentarán a un ambiente muy competitivo y que sus habilidades profesionales serán lo que marque la diferencia. Por lo tanto con el tiempo me he vuelto mas estricta en la recepción y en la calidad de los trabajos.  

Me he encontrado con alumnos (como mis niños del cuatrimestre pasado, y otros niños especiales que acaban de egresar...ustedes saben quienes son) que entienden de manera perfecta de que se trata esto y se los agradezco, pero la mayoría no.  Por exigir que cumplan para lo que han ido a la universidad me he vuelto una maestra malvada.

Acepto el papel de villana, en realidad no me importa.  En mi camino docente he recibido cartas que me han llenado el corazón de alegría y los ojos de lágrimas por ver que hay gente que me tiene en la mente, aunque sea un momento como alguien de quién aprendieron algo.  Con eso mi objetivo profesional (y a veces personal) se ha cumplido.  Pero hoy...hoy....

Hoy era la exposición de un trabajo.  Mi error fue no decir el horario límite de recepción de tareas de esta materia en particular.  En este grupo tuve mi primer disgusto y lección cuando se fueron a quejar con el Coordinador de Mercadotecnia porque "no enseño mercadotecnia internacional".  Esa ocasión los enseñé a ir a esas cosas llenas de hojas, que son pesadas e inútiles llamadas libros, para que se cercioraran del contenido de lo que les expongo en clase.  Esa es falla mía en dado caso, acepto la crítica y cambió el rumbo del curso. Pero lo de hoy.....lo de hoy si no NO TUVO MADRE.

En fin, regresemos a la escena de la recepción de trabajos.  Los que me conocen saben que a mi me choca escuchar los chismes comadreros de que se pelearon entre equipos y se separaron, se divorciaron y al rato ya están juntos.  A mi lo que me interesa (como lo sabrán posteriormente en el mundo real) son los resultados.  Hoy una personita en particular me fue a decir con un tono en defensiva (ahora a la distancia lo distingo) de que no tuvo recepción de respuesta de la revisión de su trabajo. Yo efectivamente recibí el trabajo pero al abrirlo sólo era una hoja en blanco, por lo cual le respondí que me lo enviara de nuevo.  Después de revisar trabajos todo el día, a las ocho y media de la noche de ayer, decidí detenerme. Soy una martir de la educación (cosa que digo, por supuesto, siempre en broma) y tengo derecho a descansar.  Hoy cuando fue a decirme que no le respondí, tuve la osadía de decirle que no me lo enviaron a una hora decente.."¿Y para usted cual es una hora decente?" dijo con un tono sarcástico y totalmente retador.  Ahí fue cuando decidí parar la discusión.  Me pagan por dar clases, no por soportar niñas insolentes y groseras.  Pero este es un incidente común... salió intempestivamente del salón junto con su compañero de grupo, imprimieron los correos y fueron directo a la oficina del Coordinador a quejarse de que yo, la maestra malvada no los dejaría exponer.  

Vi al coordinador (que conocí en ese momento) que me hizo una seña en la ventana.  Detuve la exposición en turno y salí, pero ya esperaba que eso sucediera.  Soy una vieja rata de biblioteca que sabe de qué se trata esto.  Salí y efectivamente, ahí estaban.  El traía en la mano impresos los correos y el trabajo que en mi correo curiosamente no abrió, pero en el suyo si.  ¿Cómo saber que es exactamente el mismo correo?, eso el coordinador jamás lo podría verificar, debido que para saberlo tendría que entrar en mi cuenta y descargarlo de Mi correo.  Me trató como una maestra intransigente que no comprende a los alumnos.  La chica tenia cara de orgullo, su compañero tenia cara de pánico.  En si le dije que no era cuestión del trabajo, si no  de la actitud de la chica... En fin para no ahondar en las intimidades de una tragresión de ese tipo, los alumnos me exhibieron como (ya había mencionado) una maestra intransigente, incapaz de abrir correctamente un correo electrónico, imprimiendo mi comunicación con ellos como prueba de mi ineptitud.  

Dado el momento accedí a dejarlos hacer su trabajo. Que expongan dije.  "¿Cuando?" respondieron. Hoy, como todos los que entregaron su trabajo a tiempo.  "¡Es que no traemos la exposición preparada porque usted no nos respondió!". ¿Entonces?, ¿qué el problema  era que no expondrían? (que es el trabajo que recibí hoy, SU EXPOSICIÓN), o ¿en que parte de todo ese show me perdí?.  


Fueron a exhibirme, violentar mi cátedra, interrumpir a sus compañeros que estaban exponiendo, mas todas las demas acciones que de ahi se deriven, para que al final no llevaran el trabajo.  ¡Y el coordinador los apoya!.  Ahi si...tiré la toalla. "¿Entonces para qué tanto tango" respondí.  Ahi pónganse de acuerdo ustedes y me dicen que haran, le dije al coordinador.  Que expongan el lunes, respondió, y me metí al salón.  


Hasta el momento no puedo entender cómo el coordinador se prestó para una situación así:  Ir a abogar por alumnos que no cumplen con su trabajo.  Ir a violentar una cátedra. Permitir la exhibición de una docente, y sobre todo, tener el valor de evaluar que esas cuatro hojas que según llevaba impresas estaban correctamente hechas, dejandome como una persona completamente inepta y sin autoridad frente a los alumnos. Estoy realmente indignada.

Agradezco a los estudiantes que comprendieron que no entregaron su trabajo a tiempo y se quedaron sentados asumiendo las consecuencias de sus actos. Desde hoy les tendré mas respeto porque en cierto modo, dentro de su irresponsabilidad demuestran madurez.

A lo mejor piensan que estoy exagerando, pero de verdad.....hoy si me siento con el corazón pedagógicamente roto.   Me siento exhibida, violentada......triste y mal.

Soy una mala maestra...lo sé....pero el ir a irrumpir en la cátedra de un docente para solapar la flojera de los alumnos ¿en verdad forma profesionistas de excelencia?...

Para los que sean mis alumnos y lean esto:  Si van a exhibir y quejarse de un maestro porque no los deja hacer algo.....es mejor que lleven ese algo para probar que de verdad el maestro no valora su trabajo.  Si no llevan nada.... a veces es mejor quedarse callado, que hay maestras estúpidas como yo, que les dan una segunda oportunidad.

Esta ocasión de verdad espero sus opiniones, porque estoy preparando una queja a las autoridades de la institución, porque me siento......realmente violentada y mal....Como un lápiz roto..