Hay cosas que están predestinadas. Hay caminos que se cruzan y no se pueden separar. A este Cucho me lo encontré en una tienda de Autoservicios, lo cargue mientras hacia el super y decidí dejarlo. Pensé que lo obtendría en otra ocasión. Fui al mismo super tres veces mas y me lo seguí encontrando, cada vez mas sucio y a un menor precio hasta que le dije: Eres para mi porque me estas esperando, y me lo traje a casa por la grandiosa cantidad de $20 pesos. Me acompaña algunas noches, pelea con puchiko y soporta mis neurosis sin decir una sola palabra...mi compañero...
El momento llegó sin darme cuenta, algo así como cuando sucede la primera menstruación. La evolución es tan natural que se cubre con tanta normalidad que lo vives de una forma suave, así como un perfume sutil que distingues pero que no puedes decir con certeza cuales notas tiene. Hasta que como en todo, sucede una situación detonadora: se ha perdido la tapa de un toper. Allí es cuando te das cuenta que has crecido, que eres madura, que como hembra humana tienes que almacenar comida para garantizar que los miembros de tu manada tengan alimento en etapas de escasez inexistente, y para ello necesitas topers...muchos topers. Y así como con la menstruación pasas de una etapa de la vida a otra. Ahora te ha dado lo que Paco Santamaría ha bautizado como Señorexia.
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