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La Anestesia


6:30 P.M….
-          ¿Vienes?
-          ¿No, aquí te espero?. 
La mujer baja de su automóvil.  Al ver la puerta de aquel lugar emite un suspiro de esperanza…realmente la necesita. Camina hacia la puerta y se encuentra con una joven, maquillada en exceso.
-¿Qué desea?
-Servicio por favor , dice la mujer con una voz un tanto aniñada y tímida.
-Espere un momento.
La mujer voltea, ve a su esposo en el automóvil mirando su blackberry, esperando a que el voltee y le diga un te amo, pero el sigue absorto en su relación íntima con ese aparato.
-          Por aquí por favor.
La mujer camina tímidamente y se sienta en el sillón designado.  Espera ansiosa la llegada de quien resolverá su problema.  Otra joven de bata blanca no tan maquillada como la primera se acerca.
- ¿Tiene carnet?
-  Si tenía pero lo perdí, de todas maneras tiene como mes y medio que vine.  No le he hecho nada, es el crecimiento normal pero me han dicho que el grande del pié derecho requiere anestesia, debido a que ya está un poco encarnado.
La joven inicia el procedimiento de manera habitual, suavizando los pies.  Hasta este momento nada difiere de un masaje.  Sin embargo mientras se suaviza la piel saca sus instrumentos.
De una pequeña gaveta sustrae una charola de metal con muchos instrumentos metálicos.  La mujer abre los ojos como platos.  Se reclina en el sillón y mira temerosa el instrumento que tomará.  Con su experiencia, ha llegado a saber con qué instrumento vendrá el dolor.
-Vamos a empezar, si tiene alguna molestia por favor avíseme.
- Si, contesta la mujer con voz aniñada.
Toma el primer instrumento y comienza la operación.  Al principio no hay molestia alguna, pero al llegar dedo grande izquierdo comienza a sentir un poco de incomodidad.  La mujer se aferra a su Tv notas que otorgan en ese consultorio como parte de la xilocaina mental que se necesita.
“Leticia Calderón dice que su marido jamás se divorció, y le advierte a Yadhira Carrillo que si piensa casarse con él pues primero se cerciore que esta divorciado porque ella jamás vió nada…  Si… Pinches hombres, pero las actrices como saben que si no pescan millonario ahorita, posteriormente estarán viviendo de papeles de abuelita porque …. “

-¡Ayyyyyyy me dueleeeeeee!- Gritó la mujer,
- Tantito, tantito- repetía la podóloga, así como si fuera una primera vez.
-Es que me pongo nerviosa…pero ya, ya me voy a calmar.
“Dicen que el nuevo novio de Niurka, un tal Eduardo Antonio es Gay… si como no, nomas velo con sus pupilentes, creo hasta trae mas rímel que ella, ay esa Niurka ya esta ruca para…”
-          ¡Ayayayayayay, señorita me duele mucho!
-          Tantito, tantito (respondió nuevamente) – Ya casi terminamos.  Vamos a pasar al otro pié.
La mujer ve su hermoso pié izquierdo, que no le pide nada al de una revista. –Se va a ver bien con esmalte rojo, como ese que me gusta de los 40’s, intenso intenso-.  La joven inicia en el pié derecho.  El procedimiento es casi el mismo.
Al llegar al dedo grande, la mujer dice –Ahí si creo que va tener que ponerle anestesia porque me duele ya-
-Vamos a intentar sin anestesia, a ver si se puede, si no, le ponemos un cartucho.
“¿intentar? Si, como a ella no le duele.”  La mujer deja esas palabras en su pensamiento y no emite ninguna palabra.
El procedimiento comienza y ella se sumerje en el TV Notas:  “Anel vende la casa que le compró José José, pues… si para que quiere tanta casa, además creo que ni pensión le pasa, es lo malo de dedicarse toda la vida de ama de casa, por eso yo…
-¡Ay Señorita fijese! Le digo que necesita anestesia, dice la mujer dejando el tono amable.
- Esta bien señora, le cuesta xxx adicionales al servicio normal.
- Si si, no importa..póngamela.
La podóloga se levanta y va a buscar los implementos necesarios para anestesiar el pié. Y empieza la letanía mental:  “Estoy en un lugar agradable, el dolor no existe, esta es una experiencia placentera” , se repite la mujer mentalmente una y otra vez.  
Cierra los ojos, como si eso la fuera a llevar a otro lugar diferente, y también como signo de resistencia, negación y temor.  “Estoy en un lugar agradable, el dolor no existe, esta es una experiencia placentera”…
-          Va a doler un poquito al comienzo, pero posteriormente sentirá el adormecimiento casi de inmediato.
-          Si…
“Estoy en un lugar agradable, el dolor no existe, esta es una experiencia placentera; estoy en un lugar agradable, el dolor no existe, esta es una experiencia placentera; estoy en un lugar agradable, el dolor no existe, esta es una experiencia placentera; el dolor…
-          ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyyyyy…señorita me duele muchooooooooooo, aaaaaaaaay ¿no que no iba a doler?; aaaaaaayyyyyyyyyyyyyy…
-          Ya, ya… ahorita pasa el dolor.
La sensación de dolor fue calmándose…
-          Vamos a comenzar.
La podóloga lentamente toma sus instrumentos y comienza.
-¿Duele?.
- No.

La mujer se concentra en su Tv Notas nuevamente: “Leonardo García se pasó 48 horas continuas en x café de la ciudad de México…. Pues si, es un pinche junior, cómo no, si supiera lo que es ….
-          ¡Aaaayyyy señorita! Con una…….. me duele…
-          Es que ya llegamos a la raíz, ya pasó el dolor ya…
Regresa la mirada al Tv Notas… se acomoda para comenzar a leer de nuevo y…
-          ¡Aaaaaaaaaaaaay señorita con una fregada, para que tanto pinche piquete si sigue doliendo un chingo.  Dice la mujer totalmente descompuesta…
En eso se acerca otra podóloga, al auxilio de la que esta ejecutando la extracción, que tiene un dolor similar al de un tehuacanazo con chile piquin… - ¿qué estas haciendo?, pregunta
-Extracción.
-¡Ay pobrecita, pobrecita!
La podóloga voltea para ver a su compañera y le echa uno ojos de  “mejor cierra la boca”.  En eso la compañera ve en el buró que está el celular de la mujer.
-Oiga señora, ¿usted ya pudo registrar su número?
- Pues lo intenté, con tan mala suerte que a los dos días me llegó un mensaje diciendo que tengo que volver a hacerlo otra vez.
- Yo ya pude, me contestó una operadora.
- Ah pues lo voy a volver a intentar porque…Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay ay señorita aaaaaaaaaay me duele mucho.  Gritó la mujer aullando de dolor.  De la puerta los transeúntes al escuchar los gritos voltean con curiosidad para ver que sucede en el interior.
- ¡Hijole señora, que se me hace que voy a tener que ponerle la otra parte de la anestesia!
-¿ Como que la otra parte?
- Pues si, es que sólo le puse la mitad para ver como reaccionaba.
- Ah pues que convieniente, de seguro nomás estoy gritando como loca por pura pendejez y llamar la atención señorita.  No me duele ¿eh?, nomás es pose. Dice la mujer totalmente enojada.
- Esta inyección ya no va a doler, dijo la podóloga sin escuchar las palabras de la mujer enojada.  Incerta la ahuja y…
- Ay con una pinche madre, no que no iba a doler, ay ay ay… en ese momento la pierna de la mujer comenzó a sacudirse sin control.
-¡Señora no mueva su pié!
-¡No lo estoy moviendo yo señorita no lo puedo controlar!...
La podóloga sujeta el pié y espera a que se calme….
-          ¡Ahora si esta totalmennnnnnte anestesiado! Dice la podóloga como manifestando un triunfo muy anhelado.
-          “¿Ahora si?... Hija de su ………” pensó la mujer.
-          ¿Ve? Ahora el dedo esta totalmente blanco…
-          Pues sí señorita, eso hubiera hecho desde el principio. Dice la mujer un tanto molesta.
Se tapa con el TV Notas.
-¡Listo!
-¿Ya?
-¡Si!, solo recuerde los cuidados habituales, recuerda que lleva una herida
-Si señorita ¿Cómo cree que se me va a olvidar?... espero que mi marido no se haya espantado con tanto grito, ay soy bien panchera ¿verdad? Que han de decir los clientes.
- Pues que está viva señora, malo fuera que no le doliese.
- Si ¿verdad?, hasta el próximo mes.
Y se despiden como dos grandes y cariñosas amigas.  La mujer camina lentamente hacia su automóvil que se encuentra en la puerta del consultorio, esperando que su esposo no se encuentre nervioso porque los gritos se escuchaban hasta la calle.
Abre el automóvil, ve a su esposo un poco adormilado y le dice una frase que describe en mucho su relación y compañerismo:
-          Gorda…¿te dolió?


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