Cuando iba a la preparatoria tuve mi primer amor. Era adolescente, ingenua y todo lo que vi en ese momento me pareció lo máximo.
Para mí fue un bizarro mundo lleno de cosas extrañas, donde un perfecto desconocido se vuelve algo importante en tu vida, y tan mágico porque aun recuerdo que ansiaba que amaneciera para poder verlo caminar por los pasillos, saludarme por la mañana y darme la mano por las tardes.
Sin embargo ahí conocí lo intenso del desamor, ya que no perdona pero es necesario para crecer. Al poco tiempo regresó con la novia que dejó por su breve enamoramiento (que hasta hace poco pensé) tuvo conmigo y yo tuve que sufrir como Marga López al verlo caminar por los pasillos de la mano de otra persona.
Fue una relación intermitente donde el pepino este no sabía si quería melón o sandía, pero así se me fue por lo menos año y medio de preparatoria. Al final, se quedó con Sandía y rompió mi Corazón de Melón.
Y así con el tiempo que pasa lento pero es sabio fui olvidando aquel amor y quedó como mero recuerdo. Un día hace como dos años, alguien tocó a mi puerta. Al abrir tuve una gran sorpresa al ver que era ese pepino que me hizo sufrir tanto y que fue mi primer amor. Al platicar el me dijo que se arrepintió por no haberse quedado con Melón por irse con Sandía y que siempre tuve un lugar especial en su corazón ya que según él, jamás me olvidó y que cada que pasaba por mi casa estuvo tentado a tocar.
Me dio gusto saber eso, más por orgullo propio que por otra cosa 12 años después. A lo que voy es que cuando era adolescente el me parecía lo máximo, y me di cuenta de la distancia que recorrí desde mi 17 años hasta la fecha, ya que éramos dos mundos diferentes y ahora un hombre como él (aunque físicamente sigue conservando sus cualidades…o sea esta mono) jamás me interesaría. Ahora voy por otras cosas y me di cuenta lo mucho que he crecido tanto en lo intelectual, personal y social. Fue abrirme los ojos y aunque esa visita me trajo problemas con la persona que fue el centro de mi vida por nueve años, me hizo valorarlo aún más porque aunque ya no estamos juntos, en ese momento fue mi justa medida.
A esto le sumo que mi adorada y dulce Laura Paussini, tiene una canción con la que empezó su carrera en México y que cada que la escuchaba sufría porque retrataba lo que yo vivía en el momento. Aún recuerdo haber llorado alguna vez con esta canción y ahora forma parte de los recuerdos que me hicieron crecer y ahora que vivo una separación igual de intensa pero más dolorosa porque ahora es del verdadero amor, recuerdo dicha canción...y lo que sentí entonces.
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