No me gusta ver tu actitud. Nunca estas, y cuando vienes no ves la hora de volverte a ir. ¿Dónde pasas tanto tiempo?, ¿dónde te tratan mejor que aquí?. No me mires así, por lo menos di algo. Yo te espero todos los días y te tengo preparada tu comida y tu bebida, y a veces no llegas.
¿Qué más puedo hacer? Se que no te gusta que ellos hallan llegado, pero son parte de nuestra familia, y no ocupan tu lugar. Tú has sido por mucho siempre muy especial. A ti te he querido tanto, porque has sido lo que esperé durante mucho tiempo. Si supieras cuanto le pedí a Dios que aparecieras.
A lo mejor no lo sabes, pero el que hayas venido para mi es un obsequio divino. Cuando llegaste pareció que esta siempre fue tu casa, que siempre viviste aquí. Todo lo he hecho para agradarte, siempre te he consentido. ¿Porqué te vas?
¿Ya terminaste de comer? ¡No me digas que ya te vas!....No me hagas eso, no te vayas. Acabas de llegar. ¿Tan insoportable es tu vida aquí?. No me obligues a encerrarte que no me gusta hacerlo. Ni tornes tu carácter violento y empieces a tirar cosas. Por favor quédate...
No me gusta rogarte, sólo quédate, que este es tu lugar. No te pongas así. Recuéstate un rato, que de todos modos el lugar a donde vas no desaparecerá, estará ahí esperándote también. No me gusta verte tan impaciente, tan infeliz....
Esta bien, puedes irte. No me gusta tenerte aquí a la fuerza. Pero no se te olvide que esta es tu casa. ¿volverás mañana?, dejaré abierto por si vuelves. Esta es tu casa, no lo olvides, y tampoco olvides que te quiero mucho. Anda, vete ya. Cuídate mucho y regresa pronto ¿si?...
¿Amor?.... Se fue otra vez. ¿Porqué la gatita nunca se quiere quedar en casa?
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