¿Te acuerdas cuando me conociste?. Era una chiquilla con muchos libros, pocos amigos y la brújula perdida. Insolente siempre he sido. Supongo que era muy dulce y cariñosa, porque alguna vez me dijiste que extrañabas esa parte de mi.
¿Te acuerdas como eras tú? Dueño del mundo. Exitoso, sofisticado. De gustos simples pero refinados. Si Patas Verdes fuese humano, hubieses sido tú. Un Mauricio Garcés sin tanta mamitis, mas juventud y muchisima más malicia.
Y que te conozco. Y que me conoces. Y que nos mimetizamos y mírame ahora. Mírate ahora.
Me he vuelto dura como tú. Te has vuelto sensible como yo. Me comporto como tú lo hacías a tus 24 años, y me miras esperando a que en algún momento regrese. Es verdad, esperas mi regreso.
Pero voy a decirte algo. No me he ido. Aquí estoy, soy nuestra primera hija. Ya que siempre con los primeros hijos se echan a perder más cosas. Tú eres como nuestro hijo pequeño: consentido, mimado y que quiere todo para sí. Yo ya me acostumbré a tener la culpa de los platos rotos. Tú quieres que, sí no es jugando contigo no rompa más vajillas.
Al fin y al cabo aquí estoy. Soy tu Frankenstain amor mio.
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