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Mi reencuentro con Ely



Hace diez años la conocí gracias a un amigo que me recomendó escuchar Peligro.  Justo estaba lanzando su disco Lotofire, y lo adquirí.  Lo escuchaba hasta el cansancio porque resultaba catártico para mi, era el disco correcto en el momento indicado para ayudarme a metabolizar algunos aspectos de mi vida.  


Iba en la Universidad del Tepeyac, cuando gracias a una marca de café soluble, Ely se presentó gratis en mi escuela, junto con otros rockeros como Aurora y la Academia y Salón Victoria.  Ely fue la primera...Y me sabía todas sus canciones. Todas.  En el escenario poseía una mágica sencillez que te cautiva. Desde ese momento, ella y sus canciones se volvieron una excelente compañía para crecer.

Cada que quería verla de nuevo, algo sucedía. O no tenia el dinero, o no tenía el tiempo, o el destino me lo impedía. Inclusive, hace unos dos años que se presentó en el Voilá Acoustique, tenía los boletos, pero la ciudad se inundó y fue difícil llegar. No era el momento....El momento era justo este viernes 9.

Diez años después, en otro momento de mi vida, pude volver a verla.  Cada que voy a conciertos, siempre sucede algo que hace que no todo salga perfecto: alguna discusión, algún rompimiento (y por lo tanto, la pérdida de mi complice de fechorías), tráfico, trabajo...Pero en esta ocasión todo salió como mandado a hacer.  Encontré la excusa perfecta para salir del trabajo temprano.  A pesar del tráfico, del corto tiempo y de mi neurosis urbana, llegué justo a tiempo.  

Y ahí estaba ella. Etérea. Mágica. Sencillamente perfecta. Como si el tiempo se hubiera congelado, pero con cada canción, con cada emoción y entrega mostrada en el escenario, me hizo entrar en un viaje musical, donde la fuerza de ser mujer, la sencillez de aceptarse talentosa y la honestidad musical, hicieron que cada centavo, absolutamente cada centavo valiera la pena.  Rockera, sensual, coqueta y traviesa.  Rock, jazz y guitarra.  Emoción y hermosa voz.  ¿Cómo describirla?...¡Simplemente es Ely!

Mis momentos favoritos cuando cantó "Júrame". Porque hace diez años estaba renuente a cantarla, y hoy se la dedicó a una personita muy importante en su vida, y mostró la super potencia que tiene, ya que cantó sin micrófono y se escuchaba perfecto en todo el teatro.


"Mi playa", que me recuerda diez años de mi vida. Los diez años mas intensos con la mejor compañía que el mundo pudo haberme dado.

"Ojos Claros, labios rosas", con la que cerró y me describe el presente. Mi presente. Y al final me dio la frase que necesito, porque a veces se me olvidan ciertas cosas...("Sólo espero que con el tiempo te arrepientas").

Pero la que más me marco, y me sacó las lagrimas que traía contenidas en el pecho, mejor que cualquier consulta con el psicólogo, fue sin duda "¿Por qué tendría que llorar por ti?".  Este fue un remedio similar a una cucharada de luna, que Sabines bien recomendaba para aliviar los corazones heridos como el mio.


Tiene la facultad de enseñarme cuanto he crecido, con cada disco, con cada cambio me va ayudando a hacer metamorfosis. Es una gran artista.  Una Geisha de los escenarios (no me mal entiendan, una real geisha es una mujer que desde pequeña fue entrenada para ser arte viviente. Una gran conversadora y catalizadora de momentos). Si tienen la oportunidad de verla, no se lo pierdan. Yo no dejaré pasar diez años más. 

Gracias Ely. 

P.S. Al salir me compré una camiseta de Camilo.  La entiendo. Yo perdí dos excelentes y gatunos amigos este año.  Y coincido con ella:  son los mejores compañeros.

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