Rolling in the Deep, mi nuevo grito de guerra.

Sí. Ya sé.  Hasta mi mamá ya se sabe las canciones de 21, el disco más reciente de Adele.

Hacia muchos años que no me sucedía una conexión tan íntima con un artista, la anterior fue Ely Guerra con su disco Lotofire. Posteriormente Fernando Delgadillo, con casi todo lo que hace, y antes de ellos crecí con Manzanero, Jiménez y Pedro Infante en las venas.

Pero Adele llegó en el momento justo. Al escuchar su disco es como si me dijera de manera anticipada:  Te regalo estas canciones porque las ocuparás en tu soundtrack, te las doy porque las necesitas y porque soy lo mejor que le ha pasado al mundo de la música (su calidad es innegable).

Vaya, que en la locura temporal que tengo, si se me ocurre tener hijos, y si se le ocurre ser niña se llamaría Adele o Adela.

Rolling in the Deep, es mi himno personal actual.  Es la cuchara que sintetiza mi ser y me dice: De verdad que no estas mal, yo tampoco estuve mal.  Son ellos.

¡Y egoistamente y de momento, estoy de acuerdo!

Y la canción está tan buena que, aunque se lanzó este año ya tiene muchísimos covers, de amateurs (que a veces son los mas honestos) y de artistas ya conocidos y aceptados como Linkin Park (mi favorito). En vivo canta hermoso. Es talento andando y una muestra (al igual que yo y muchas de ustedes) de que lo bello va más allá del tamaño de las curvas.

Aquí pues les dejo mi canción. Mi himno, y  "Esta empezando un incendio en mi corazón, que me lleva al rojo vivo y me saca de la obscuridad" (There is a fire starting in my heart, reaching a fever pitch, and is bringing mi out the dark)...