Tal vez soy una persona injusta contigo. Probablemente estoy ciega y no veo todos los maravillosos avances que has tenido. Lo que sé es mi realidad, yo en general nunca supe la tuya porque jamás me dejaste saber. Me encantaría decir que los problemas surgieron hace unos pocos días, pero la noticia que te doy es que el 3 de enero se cumplen diez años del inicio de este desastre. Y al final, y después de todo este es mi saldo....¿cuál es el tuyo?
El momento llegó sin darme cuenta, algo así como cuando sucede la primera menstruación. La evolución es tan natural que se cubre con tanta normalidad que lo vives de una forma suave, así como un perfume sutil que distingues pero que no puedes decir con certeza cuales notas tiene. Hasta que como en todo, sucede una situación detonadora: se ha perdido la tapa de un toper. Allí es cuando te das cuenta que has crecido, que eres madura, que como hembra humana tienes que almacenar comida para garantizar que los miembros de tu manada tengan alimento en etapas de escasez inexistente, y para ello necesitas topers...muchos topers. Y así como con la menstruación pasas de una etapa de la vida a otra. Ahora te ha dado lo que Paco Santamaría ha bautizado como Señorexia.
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