Lizzy Grinch...

La cuestión es que todos los años en esta época ando bastante emocionada...o deprimida.  La emoción parte de que en estos días cumpliré un año más de estar respirando.  La depresión venia de que siempre, indudablemente siempre sucede algo en estas fechas navideñas y de fin de año.

Esta vez me he resistido a adornar.  No he puesto ninguna lucesita ni he sacado mi árbol blanco de navidad.  No sé si lo haré más adelante, pero lo más honesto es decir que no tengo ganas de hacerlo.  Para terminarla, yo quería pasarme un cumpleaños tranquilo, sin festejos, ni alborotos, ya que el año pasado en mi cumpleaños mi abuela sufrió un derrame cerebral y en la noche de año viejo, decidió partir hacia un lugar mejor de la manera más triunfal que podía hacer.  En año nuevo, amigos, vecinos y gente que nos aprecia, estuvieron con mi mamá y conmigo velándola y dándole su último adiós hacia su última morada.  

Sin embargo, a mi hermanita la Chompis, se le ocurrió que Brandon (mi sobrino) hiciese su primera comunión justo en mi cumpleaños, así que se me fregó el plan de un cumpleaños tranquilo.  Estoy pensando como festejo privado y personal, ir a ver a Fernando Delgadillo y a Paté de Fuá. Pero sólo eso.   

La depresión venia de que mi pareja, irremediablemente o me dejaba por estas fechas (es tan codo que para no regalarme me decía adiós y regresaba terminando Guadalupe - Reyes) o se enojaba conmigo (con el mismo objetivo).  Pero ahora la situación es distinta.  No estoy ni emocionada ni deprimida.  Si no todo lo contrario.

                                  Soy un costal de indiferencia....

Y de verdad que traté de ponerme navideña pero... hasta este momento, no me ha salido esa emoción de los jingle bells. Únicamente realizaré galletas (unas prometidas, otras no entregadas) para reponerlas como regalo de navidad, pero para mi es un acto de cariño...mas no navideño.  En fin...

¿Alguien conoce un antídoto para esta indiferencia?... hasta siento que no soy nada normal jajaja.

Definitivamente, hoy primero de diciembre, no ando nada navideña.  Si, lo admito.

Me llamo Liz, y soy una Grinch.