Pues bien, ahora si doy por iniciado oficialmente mi nuevo año y aquí van mis resoluciones:
1. Bajar de peso. Típico de las mujeres, úrgeme después de la sobredosis de marquesitas y cochinita pibil que ingerí si control alguno.
2. Cambiar de lugar de trabajo. Amo mi trabajo pero, es necesario un cambio para bien y lo buscare este año.
3. Hacerme un tratamiento médico necesario….bueno dos.
4. Terminar la investigación de mi tesis de grado en la primera mitad del año. O si no Mariana me va a romper la mandarina en gajos.
5. Arreglar mi cuarto, y con eso me refiero a o mudarme definitivamente al cuarto de mi mamá o regresar al mío.
6. Hacer 15 minutos de caminata diario.
7. Ser más vanidosa y divertirme más.
8. Dejar de tomar tanta Coca Cola. Si, este es el más difícil. Pero necesario.
9. Ser menos neurótica e insolente. Mejor hija…menos gritona.
10. Y…lo que mueve todo esto es: Llegar a mi Ciudad Esmeralda.
Nada difícil, pero tampoco fácil. Así que ya hare el balance al final de este nuevo año. Cualquier cambio para mejorar es un triunfo. Espero lograr más de lo propuesto, pero para eso le pedí a Santa lo necesario: Una canasta llena de huevos.
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